Miopía infantil: cómo ralentizar su aparición y evitar cuadros agudos
Si bien es un defecto visual bastante frecuente que afecta a personas de todas las edades, en los últimos años diversos estudios han registrado un pronunciado avance de la miopía infantil.
De acuerdo a las investigaciones y a la opinión de los expertos, este crecimiento se origina principalmente por el incremento del uso de dispositivos electrónicos (teléfonos celulares, tabletas y computadoras), así como por la disminución de la cantidad de tiempo que los más pequeños pasan al aire libre.
En este artículo, te contamos cómo evitar ralentizar la aparición y frenar la evolución de la miopía en niños.
Qué es la miopía
La miopía es un error de refracción que provoca que los objetos que están alejados se presenten borrosos.
Cuando una persona ve correctamente, el cristalino y la córnea (localizados en la parte anterior del ojo) enfocan los rayos de luz sobre la retina, ubicada en la parte posterior del globo ocular. A su vez, esta capa envía una señal eléctrica al cerebro a través del nervio óptico, generando el fenómeno conocido como visión.
Ahora bien, cuando una persona tiene miopía (sea porque su ojo es más largo que lo normal, o porque su córnea se curva de manera abrupta), los rayos de luz no se enfocan en la retina, sino que refractan delante de ella, provocando que las imágenes se perciban borrosas.
Los niños miopes suelen:
- Quejarse de visión borrosa
- Frotarse los ojos
- Tener dolores de cabeza frecuentes
- Entrecerrar los ojos para enfocar mejor (especialmente cuando intentan leer el pizarrón en el colegio)
- Sentarse cerca de los televisores o sostener dispositivos electrónicos muy cerca de su rostro
- Tener dificultad para identificar objetos lejanos
Aunque este defecto visual tiene un fuerte componente hereditario y en gran parte de los casos se transmite a la descendencia, diversas investigaciones señalan que la miopía infantil aumentó en los últimos años a consecuencia de factores ambientales asociados a la escasa exposición al aire libre y al incremento del uso de aparatos electrónicos.
Miopía en niños y adolescentes: el rol de los dispositivos móviles y el encierro
De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología (AAO, por sus siglas en inglés), en 2050 habrá 4758 millones de personas con miopía, lo que representa un 49,8% de la población mundial y 938 millones de personas con miopía alta, porcentaje que equivale al 9,8% de la población global.
Por otro lado, se estima que para el año 2025 el 90% de los jóvenes registrará algún tipo de error de refracción y el 70% de ellos será miope.
Ahora bien, ¿a qué se debe este pronunciado aumento de la miopía en la porción más joven de la sociedad?
De acuerdo con una pesquisa publicada en el British Journal of Ophthalmology en 2022, el incremento de los casos se vincula con la mayor exposición a las pantallas y la imposibilidad de pasar tiempo al aire libre, ambos factores impulsados por las restricciones de circulación impuestas a raíz del COVID-19.
En consonancia con esta investigación se encuentra un estudio realizado en Argentina y publicado en The Lancet. Este relevamiento sostiene que la rapidez de la progresión de la miopía infantil tuvo un ascenso del 40% como consecuencia del confinamiento, que imposibilitó pasar tiempo fuera de los hogares y aumentó el uso de dispositivos móviles.
Si la miopía en niños no es detectada y tratada de manera oportuna, la calidad de vida de los infantes disminuye y, al mismo tiempo, aumentan las posibilidades de que desarrollen enfermedades oculares (como, por ejemplo, cataratas) o glaucoma, o bien sufran de desprendimiento de retina.
Cuidados para ralentizar la aparición o la progresión de este defecto visual en los niños
Dado que las investigaciones científicas demuestran una vinculación directa entre la miopía infantil y el uso de dispositivos electrónicos, existen algunas medidas que se pueden tomar para ralentizar su aparición o bien frenar su avance.
- Mantener los dispositivos electrónicos a 25-30 centímetros de distancia de los ojos y limitar la exposición a las pantallas.
- Descansar los ojos, realizando pausas periódicas cuando se realizan actividades que requieren un esfuerzo de la visión cercana, como leer o mirar el celular.
- Reducir el nivel de iluminación de las pantallas al mínimo para combatir la fatiga visual.
- Aplicar la técnica del 20-20-20, que consiste en levantar la vista cada 20 minutos, durante 20 segundos y mirar algún elemento situado a 20 pies (5 metros) de distancia.
- Iluminar de manera adecuada las habitaciones donde se utilizan los dispositivos electrónicos, evitando luces demasiado tenues o muy brillantes.
- No olvidarse de parpadear, ya que al hacerlo los ojos se hidratan, evitando la sequedad visual.
- Realizar actividades al aire libre, destinando aproximadamente entre 90 y 120 minutos por día. Esto ayuda a desarrollar la visión periférica y a mejorar la salud ocular.
- Realizar revisiones periódicas con un oftalmólogo para detectar cualquier cambio en la visión.
Ahora bien, una vez que el defecto visual se hace presente, es fundamental implementar algún tipo de tratamiento. Puede efectuarse una corrección óptica (a través de lentes de contacto o anteojos), o bien quirúrgica, con técnicas de cirugía refractiva (LASIK, PRK, implantación de lentes intraoculares).
Vale aclarar que para acceder a las cirugías es fundamental tener más de 18 años, mantener una graduación estable durante un determinado tiempo y contar con una buena salud ocular.
Si tenés dudas sobre cómo frenar el avance de la miopía infantil o necesitás asesoramiento sobre correcciones ópticas en niños, contactanos.