Miopía, un defecto visual cada vez más frecuente
¿Ves bien de cerca, pero los elementos que están a distancia se te presentan borroso? ¿Necesitás acercarte a los objetos para observarlos mejor? Estos síntomas, cada vez más habituales entre las personas, son típicos en la miopía.
Este defecto visual suele aparecer en la infancia y, si no es tratado adecuadamente, tiende a avanzar con el paso del tiempo. En este artículo te contamos por qué se origina, qué malestares provoca y cómo puede ser corregido.
Qué es la miopía
Se trata de una afección de la vista que provoca que los objetos que están lejanos se vean borrosos.
Para ver correctamente, la córnea y el cristalino —que se encuentran en la parte anterior del ojo— enfocan los rayos de luz sobre la capa posterior del globo ocular, llamada retina. Esta parte, a su vez, envía una señal eléctrica, a través del nervio óptico hacia el cerebro, generando el fenómeno que conocemos como visión.
Cuando una persona es miope, los rayos de luz no refractan en la retina, sino que se enfocan delante de ella, haciendo que los objetos se vean borrosos. Esto puede suceder porque el ojo es más largo que lo normal entre la parte trasera y la delantera, o bien porque la córnea presenta una curvatura muy pronunciada.
A diferencia de lo que sucede con la presbicia y la hipermetropía, la miopía tiene un alto componente hereditario.
Si bien puede aparecer a consecuencia de determinadas patologías (como diabetes o cataratas) o factores ambientales (usar dispositivos electrónicos en espacios poco iluminados o pasar poco tiempo al aire libre), en gran parte de los casos este problema refractivo se hereda de los progenitores.
Cuáles son sus síntomas
En líneas generales, la miopía aparece durante la infancia y tiende a avanzar con el paso del tiempo. No obstante, es frecuente que se estabilice a partir de los 18 años. De hecho, entre los 20 y los 40 años no suelen registrarse grandes cambios.
Entre los síntomas más frecuentes de este defecto visual se encuentran:
- Visión borrosa de los objetos lejanos
- Necesidad de acercar los elementos y/o de entrecerrar los ojos para ver con claridad
- Parpadeo frecuente
- Fatiga ocular
- Dolores de cabeza
Los niños miopes tienen dificultades para ver el pizarrón o las pantallas en las aulas. Por eso, es importante realizar exámenes oculares periódicos para poder detectar y tratar la afección antes de que impacte negativamente en el aprendizaje.
De acuerdo al último Informe Mundial de la Visión realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la miopía es el problema de visión más frecuente, ya que afecta a 2.600 millones de personas.
Además, según los especialistas, en 2050 el 50% de la población mundial será miope. Esto sucederá porque tendemos a usar la visión de cerca en exceso, debido a que pasamos cada vez más tiempo en espacios cerrados, con luz artificial y utilizando dispositivos electrónicos.
¿Es posible ralentizar o detener el avance de la miopía?
No se puede prevenir la aparición de este error de refracción. Sin embargo, existen diferentes alternativas para enlentecer su progresión.
- Descansar los ojos. Realizá pausas regulares mientras hacés actividades que requieren un esfuerzo visual cercano, como leer o utilizar dispositivos electrónicos. Descansá la vista mirando objetos lejanos durante unos minutos cada hora.
- Técnica del 20-20-20. Cuando estés usando dispositivos digitales, cada 20 minutos dirigí la vista hacia un objeto que se encuentre a unos 6 metros de distancia durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a relajar los músculos oculares y reduce la tensión.
- Iluminación adecuada. Asegurate de tener una buena iluminación al realizar tareas de cerca. Evitá la luz demasiado brillante o demasiado tenue, ya que puede forzar los ojos.
- Distancia adecuada. Mantené una distancia adecuada entre tus ojos y el material que estás leyendo o viendo. Intentá mantener un mínimo de 30 centímetros entre tus ojos y el libro o la pantalla.
- Limitar el tiempo frente a pantallas. Reducí la exposición prolongada a dispositivos electrónicos, como computadoras, teléfonos inteligentes y tablets. Si es necesario utilizarlos, aplicá la regla del descanso y ajustá la configuración para reducir el brillo y la fatiga ocular.
- Actividades al aire libre. Pasar tiempo al aire libre, especialmente durante la infancia y adolescencia, se ha asociado con un menor riesgo de miopía. La luz natural y la exposición a la luz del día pueden ser beneficiosas para la salud ocular.
- Controlar el tiempo de estudio. Si sos estudiante, es recomendable establecer un límite de tiempo para el estudio continuo. Realizá descansos periódicos y alterná entre actividades que requieren visión de cerca y actividades al aire libre.
- Visitar regularmente a un oftalmólogo. Acudí a controles oftalmológicos periódicos para detectar cualquier cambio en tu visión y recibir orientación personalizada sobre cómo retardar el avance de la miopía.
Cómo se trata la miopía
Al tratar este defecto visual se busca corregir la visión borrosa de lejos, a fin de que los pacientes puedan ver bien tanto los objetos que están cerca como los que se encuentran alejados. Para lograrlo, existen diferentes tratamientos.
Corrección óptica
El uso de anteojos graduados que se ajustan a las dioptrías que necesita cada paciente constituye la forma más habitual de tratar la miopía. Las lentes corrigen el lugar en el cual se produce el enfoque de la luz en los ojos, haciendo posible una correcta visión de lejos.
Otra opción de corrección óptica son las lentes de contacto que, a diferencia de los anteojos (que se colocan delante de los ojos), se posicionan sobre los globos oculares. Si bien su uso es distinto, el efecto que consiguen es el mismo.
Vale aclarar que tanto los anteojos como los lentes de contacto pueden corregir diferentes errores de refracción en simultáneo, lo que los torna en una solución ideal para las personas que tienen más de un defecto visual.
Corrección quirúrgica
Las diferentes técnicas de cirugía refractiva (LASIK, PRK, implantación de lentes intraoculares) constituyen otra de las formas de tratar la miopía.
Para poder acceder a ellas se debe ser mayor de 18 años, mantener estable la graduación durante un determinado tiempo y contar con una buena salud ocular.
Si tenés miopía y tu oftalmólogo te recetó anteojos o lentes de contacto para corregir este defecto visual, en Digital Óptica podemos ayudarte. Entrá en contacto con nosotros, encargá la solución que necesitás y recuperá tu visión de lejos.