Salud visual infantil: la importancia de los exámenes oftalmológicos para niños

Contar con buena visión es fundamental para el desarrollo. En un mundo cada vez más digital, donde las pantallas son una parte esencial de la vida cotidiana, cuidar la salud visual infantil es más importante que nunca.
Los defectos visuales como miopía, astigmatismo e hipermetropía en los niños no solo afectan su bienestar, sino que también pueden impactar en su capacidad de aprendizaje y su relación con el mundo. Después de todo, una visión clara es crucial para que puedan explorar el entorno, interactuar con otros y adquirir nuevos conocimientos.
Realizar los controles oftalmológicos regulares es la mejor estrategia para detectar y corregir a tiempo cualquier problema de refracción.
Por otro lado, los ojos de los niños también necesitan protección contra los rayos solares. Al igual que cuidamos su piel, es vital proteger sus ojos de los daños que produce la radiación UV. Te contamos más en este artículo.
Las necesidades visuales de los chicos de hoy
Los niños de hoy son nativos digitales, y su contacto constante con pantallas ha hecho que los errores de refracción sean cada vez más comunes. De hecho, se estima que 1 de cada 4 niños ya utiliza algún tipo de corrección visual.
Además, se prevé que la miopía afecte a 500 millones de niños y adolescentes para el año 2050, lo que subraya la urgencia de prestar atención a la salud visual infantil.
La vista se desarrolla de forma gradual a medida que una persona crece. Desde la visión borrosa del recién nacido, pasando por el reconocimiento de colores y rostros, hasta la percepción de profundidad y la coordinación mano-ojo, cada etapa es crucial.
Una visión nítida les permite resolver rompecabezas, participar en deportes y, en última instancia, aprender a leer y escribir con mayor facilidad.
La importancia de los chequeos regulares
Así como los adultos necesitan controles periódicos, los niños también. Los exámenes oftalmológicos son la única forma de verificar si su visión se desarrolla con normalidad o si existen problemas que requieran correcciones.
Estos chequeos deben comenzar desde el nacimiento:
- Recién nacidos. Se realiza un examen completo para detectar anomalías.
- 6 a 12 meses. En esta franja etaria, se comprueba la alineación y el movimiento de los ojos.
- 1 a 2 años. Se busca establecer si existe un desarrollo ocular saludable, buscando detectar si se registran problemas como ojo perezoso (ambliopía) o estrabismo.
- 3 a 5 años. Se examina la agudeza visual, a fin de identificar la presencia de errores de refracción como la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía.
- 5 años en adelante. A partir de esta edad, se recomiendan controles anuales que incluyan pruebas de agudeza y alineación ocular.
Anteojos de sol: protección también para sus ojos
Por otro lado, con la llegada del clima más cálido, es vital proteger los ojos de los niños del sol. Los niños pasan más tiempo al aire libre y, como su cristalino no filtra los rayos UV de manera tan eficiente como el de un adulto, son más vulnerables a los daños de la radiación ultravioleta.
La exposición sin protección tiene un efecto acumulativo y aumenta el riesgo de daño en la córnea y el cristalino. Por eso, usar anteojos de sol con los filtros adecuados es fundamental para proteger sus ojos.
Cuidar la salud visual infantil es una inversión en el futuro de los más chicos. En Digital Óptica, estamos comprometidos con su bienestar visual y, aunque no realizamos exámenes, te invitamos a explorar nuestra colección de lentes y anteojos de sol para niños. Contactanos.