Mucho más que una cuestión relacionada con la moda o la estética, comprar lentes de sol es una decisión que impacta positivamente sobre la salud visual.
Ahora bien, para que la protección sea la adecuada y no se produzcan inconvenientes en la vista, es necesario tener en cuenta algunos parámetros.
¿El tamaño de los anteojos de sol es relevante? ¿Los de color oscuro son mejores que los que tienen cristales claros? ¿Los polarizados ofrecen una mayor filtración de los rayos solares? En este artículo, respondemos estas y otras preguntas.
El sol emite radiación ultravioleta (UV), una energía que, si bien proporciona algunos beneficios para las personas —como la producción de vitamina D—, también puede ocasionar daños a la salud.
La radiación solar se clasifica según sus longitudes de onda, dividiéndose en ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC).
Mientras que la capa de ozono y la atmósfera absorben la totalidad de la UVC, la UVB es parcialmente absorbida, ya que una parte de ella llega a la superficie terrestre.
La UVA, por su parte, no es absorbida por la capa de ozono. Esto significa que, si no se utiliza la protección adecuada, impacta sobre la piel y los ojos.
Los anteojos de sol funcionan como un escudo protector para la visión, evitando que los globos oculares reciban los rayos UV de manera directa.
En este sentido, comprar lentes de sol es fundamental para evitar una serie de problemas y enfermedades visuales, tales como:
Frente a estos riesgos, es evidente la importancia que reviste el uso de anteojos que filtren los rayos UV. Ahora bien, ¿cómo escoger los indicados? ¿Cuáles son los parámetros a considerar?
A continuación, te brindamos algunos consejos para que compres un par que, además de gustarte, te ofrezca la protección que necesitás.
El índice de protección de los lentes de sol varía de 0 a 4. Cuanto más elevado sea, mayor será la reducción de la intensidad lumínica.
Por eso, para maximizar el cuidado de la visión, lo mejor es comprar aquellos que cuentan con clasificación UV 400 o 100% de protección UV. Este tipo de anteojos son los más potentes, dado que bloquean más del 99% de los rayos ultravioleta.
El grado de oscuridad de la lente no es un indicador del índice de protección. De hecho, hay anteojos que tienen cristales claros que, a pesar de no ser opacos, filtran los rayos UV.
Por otro lado, los anteojos de sol no deben disminuir la cantidad ni la calidad visual, sino bloquear el ingreso de radiación a los ojos. En este sentido, en días nublados, los modelos con lentes oscuros, pueden dificultar ligeramente la visión (incluso si cuentan con protección UV).
No te guíes por el precio
Al igual que sucede con otro tipo de accesorios, en los anteojos de sol no existe una relación directamente proporcional entre precio y calidad.
¿Qué quiere decir esto? Que existen modelos y marcas que ofrecen la protección UV necesaria a un valor asequible.
El polarizado es un tratamiento que se le hace a los lentes para que puedan desviar la luz y reducir el resplandor que proviene de superficies como el pavimento y el agua. En consecuencia, los lentes polarizados mejoran el contraste y la claridad de la visión.
Sin embargo, esta característica no protege de la radiación, sino que solo permite realizar actividades como manejar o estar dentro del agua de manera más agradable. Por eso, al comprar lentes de sol polarizados, asegurate de que bloqueen los rayos UV.
Los armazones grandes cubren los ojos por completo, brindando una protección mayor.
Cuando la montura tiene un tamaño considerable o bien un formato envolvente, los rayos UV no pueden entrar por los costados de los lentes.
Algunos usuarios consideran que el color de los cristales es solo una cuestión estética o de moda. Sin embargo, la tonalidad es un aspecto clave al momento de escoger un par de lentes, ya que existen colores recomendados para diferentes actividades y condiciones climáticas.
Por ejemplo, las lentes grises son ideales para conducir en horarios diurnos, porque ofrecen una óptima visión en situaciones de intensidad lumínica y no distorsionan la percepción del color ni el contraste.
Por último, los anteojos, tanto de sol como graduados, no deben ser adquiridos en kioscos, bazares ni puestos callejeros.
Los lentes tienen que comprarse siempre en una óptica porque es la única manera de asegurarse de que ofrecen la protección de rayos UV adecuada. Además, los especialistas que allí trabajan pueden asesorar a los usuarios sobre el tipo de filtro que les conviene adquirir.
¿Estás pensando en comprar lentes de sol y tenés dudas sobre cuál es el modelo más adecuado para vos? ¡Podemos ayudarte! Mandanos un mensaje.